El
pasado 17 de septiembre me daban una de las mejores noticias que llevaba tiempo
esperando: las sesiones plenarias del consistorio espartinero se podrían grabar
y difundir. Esta había sido mi pelea hasta el momento, porque no me entraba en
la cabeza que algo que goza de naturaleza pública, que condiciona la vida de
los vecinxs, que crea debate e interacción ciudadana pudiera estar vetado
a la Opinión Pública. No me entra en la cabeza y seguirá sin entrarme que se le
pongan trabas a la información y a la formación del PUEBLO. Sinceramente pensé
que al fin y al cabo no había sido tan difícil. Que quizá había sido demasiado
beligerante a la hora de reivindicar un derecho fundamental como es este de la
libertad que tenemos todxs de conocer y difundir la actividad de nuestros
representantes, de aquellxs que dirigen nuestro destino en comunidad. De nuevo
subestimé la razón de ser del Gobierno de mi localidad. Según el Ayuntamiento
de Espartinas estas son las normas que deben regular el Derecho a la Libertad
de Información que venimos pidiendo en Espartinas desde hace bastante tiempo. Unas normas que han acordado en Junta de Portavoces todos los Partidos Políticos que conforman la Corporación Local, pero que determinados puntos de esta normativa había sido imposibles de "negociar" con el Equipo de Gobierno, según las declaraciones de algunxs concejalxs de la Oposición a la salida del pleno ordinario de esta mañana.
Encima que pido “por favor” y “bajito”
libertad, ¿tengo condiciones para llevarla a cabo? He sido imbécil al
creer que se estaba entendiendo que la Constitución no está para que se
interprete cuando venga en gana o
cuando mejor convenga. Nos estamos acostumbrando a un mal uso de las leyes.
Si las normas están escritas con claridad para todxs, ¿por qué tengo que
conformarme con una limosna? Me temo también que este Gobierno se ha acostumbrado a
arreglar con caridad todos los asuntos públicos y políticos. No os estoy
pidiendo lo que os sobra. No os estoy pidiendo un favor. Os estoy pidiendo que
me devolváis mi libertad de informar a mi pueblo. Os estoy pidiendo que
permitáis que la ejerza cualquier ciudadanx porque así está reconocido
internacionalmente por todos los Estados que dicen llamarse democráticos.
Espartinas, vuestra Espartinas, se sitúa en uno de esos países. ¿A qué estáis
jugando? El artículo 20 de la Constitución Española está clarísimo. Me duelen
las manos de teclear una y otra vez el contenido del mismo que alude a las
libertades de expresión e información respectivamente. Ambas libertades, podrán ser ejercidas por
cualquier persona sin perjuicio de que, al menos la segunda, habitualmente sea
propia de los profesionales de la información, lo cual conducirá a que éstos cuenten
con garantías específicas como son la cláusula de conciencia y el derecho al
secreto profesional. Pero cualquier ciudadanx tiene el derecho universal de
recopilar datos, investigar y difundir su información por los medios de
difusión que tenga a su alcance. ¿Qué parte de este articulado no se entiende?
Creo que cualquier persona tenga la formación que tenga puede comprender que si
lo desea puede grabar un pleno municipal y no únicamente en Espartinas, sino en
cualquier municipio del Estado español. Es absurdo por lo tanto, por no decir anticonstitucional,
que a los medios locales (que aún no existen pero que existirán tarde o
temprano) se les tenga que pedir acreditación para grabar un pleno y a los
medios nacionales (¡e internacionales!) no se les pida cuentas. ¿De verdad cree
este Equipo de Gobierno que Al-Jazeera va a mandar un corresponsal para que
cubra un pleno espartinero a las ocho y media de la mañana? ¿A quién más que a
nosotros los ciudadanxs de Espartinas, dueños o no de medios de comunicación,
le va a importar un debate entre los representantes políticos de este pueblo?
Rotundo ridículo por no decir o llamar esta situación por el nombre que se le
debe llamar. Y es que este procedimiento tiene
apellidos propios y esa es la única realidad por la que sois capaces de darle la
vuelta a toda la jurisprudencia habida y por haber con tal de no ceder ni un
ápice en vuestro empeño. En el punto tercero de esta normativa de vergüenza la
ambigüedad vuelve a ser la protagonista. ¿Qué significa para vosotros
“manipular”?, porque si un pleno dura tres horas, habrá que editarlo, ¿no? El
bruto o total habrá que hacerlo más atractivo, cortarlo, ponerle algún
titulillo… no sé, un “algo” para que la gente no se aburra, ¿no? A lo mejor es
que vosotros los políticos, los profesionales de este circo en el que habéis
convertido la política nacional, estáis acostumbrados a que los telediarios,
por poner un ejemplo, duran 6 horas porque cuando tienen que exponer algún
acontecimiento importante ocurrido en las sesiones de control al Gobierno meten
las 4 horas de grabación. Expliquen por favor qué entienden por “manipulación”.
Me consta que podéis hacerlo perfectamente.
El
punto cuarto es también bastante “democrático”. Así que... ¿acreditaciones hasta
un máximo de 7? ¿Sí? , y ¿en qué os habéis basado para establecer el máximo en
ese número?, ¿por qué no mejor quince, veintisiete o cuatrocientas? ¿Quién
puede decidir el número de vecinxs que deban entrar en el Salón de Plenos con
derecho a grabar? Les recuerdo que este pueblo tiene alrededor de doce mil
habitantes y que si quisieran todxs tienen derecho a asistir a un pleno
municipal. Así que por favor ¿en qué pensáis cuando estáis trabajando por y
para Espartinas? Es más, voy un poco más lejos. Quien tiene poder para convocar
un pleno es el señor alcalde. Ya partimos de la base de que comenzáis jugando
con ventaja, puesto que vuestros simpatizantes, amigos y familiares serán los
primeros en enterarse de la celebración de un pleno. Pueden estar haciendo cola
los primeros en la puerta del consistorio para presentar la solicitud para
grabar. No ocurre lo mismo con los demás. Ni siquiera tenéis la decencia de
avisar de la fecha y hora de las sesiones plenarias en este Ayuntamiento. Y
perdónenme, siete personas las reúno yo en un momento. Imaginad vosotros… con
más tiempo y poder de convicción.
Con
el sexto punto de la normativa se nos obliga a los que grabemos (que yo cada
día dudo que logre hacerlo), a dar una copia al Ayuntamiento. ¿Cómo? Yo grabo
un acto público con mis medios y lo difundiré igualmente por mis propios
canales, el Ayuntamiento que tome esas imágenes o que las pida “por
favor”. Es de locos, por no decir
también la palabra exacta, que se siga creyendo que los municipios se gobiernan como cortijos, como feudos medievales. No me extrañaría en absoluto
que cualquier día de estos os diera por imponer el derecho de pernada. ¿Cuándo
entenderéis que no somos súbditos sino ciudadnxs?
En
cuanto al derecho a la intimidad de las personas, de nuevo la ley es clara al
respecto. Cuando el derecho a la libertad de información entra en conflicto con
el derecho a la intimidad y al honor de las personas no es un Ayuntamiento como
el de Espartinas el que tiene que decidir qué prevalece, sino un tribunal. Será
un juez el que dictamine si lo que se graba es importante para la formación de
una Opinión Pública en un Estado de derecho como el nuestro y si la información
en cuestión es veraz y relevante públicamente. Si se cumplen esas dos
condiciones, y los plenos municipales al tener esa naturaleza pública las posee, no tiene sentido esta condición.
Llegamos
al punto número 10. Sin desperdicio. Las personas que vayan a grabar deberán
situarse en los laterales. Esto es de cajón teniendo en cuenta que el Salón de
Plenos no está acondicionado para la grabación audiovisual. Aquí se demuestran
las ganas de ser transparente. Lo de la grabación nunca ha ido con ustedes. No es vuestro estilo. Lo más chocante es lo
del trípode. Estáis excluyendo a personas que solo posean cámaras compactas que
son las más utilizadas y habituales entre la población. Se da por hecho de que todo el mundo
tiene en su casa un equipo de grabación profesional. Absurdo y contradictorio.
En el punto 3 los medios locales tienen que acreditarse y los nacionales e
internacionales no, porque evidentemente aquí no hay empresas de comunicación,
pero por otro lado imagináis que todxs tenemos en casa un equipo profesional de
grabación porque en nuestros ratos libres nos preparamos unas oposiciones a
Canal Sur. Por favor, de nuevo os lo pregunto ¿en qué pensáis cuando se os
habla de LIBERTAD DE INFORMACIÓN?
Encima
en el punto número 11 me contáis que en los Plenos de Constitución de la
Corporación Local Municipal que son a los
que suelen acudir más vecinxs será el Ayuntamiento el único autorizado
para realizar la grabación. Una vez más,
¿qué parte de la frase “las sesiones plenarias son públicas” no se
entiende? Por favor si esto es una broma, decídmelo.
Una serie de pautas que
concluyen en el punto número 13 que viene a decir para que me entiendan los
lectores, que sobre la marcha se irá viendo si esto funciona o no. Recelosos de
vuestra capacidad para hacer debate. Temerosos de enfrentaros en directo con el
pueblo que os da el poder cada cuatro años. De ahí la doble cara de la moneda:
tranquilidad e intranquilidad a la hora de gobernarnos.
Con
todos mis respetos y en el uso de mi derecho a la libertad de expresión,
sabiendo además que me va a costar muy caro lo que estoy a punto de firmar,
tengo que decirles señores políticos que esta normativa no me convence, no la
acepto ni mucho menos voy a respetarla.
Estas reglas son una limosna a vuestro pueblo del alma. No me convencen
porque yo no os he pedido nada que no debáis darme o que no merezca. Estas
reglas os la podéis quedar para vuestros partidos, organizaciones, asociaciones, agrupaciones,
pandillas, etc. Yo vivo en pleno siglo XXI, en un país que se autodenomina
“democrático”, con leyes, con derechos y libertades reconocidos y protegidos.
Sé que estoy sola ante vuestro poder. No soy nadie. No tengo fuerza, pero
cuento con mi voz por el momento. Y
seguiré intentando que se escuche. Así que siento decir que hoy, una vez más me habéis
decepcionado: primero como espartineros y luego como políticos. Sí, ya sé que os da lo mismo. Total, por una
carta más... por una noticia más... por una pataleta más... Pero resulta que creo en
esto. Creo que hay cosas por las que merece la pena hablar en alto. Y ahora sí
que soy consciente de que 8 meses y 17 días después de mi primera petición por
registro municipal y de miles de buenas intenciones y miles de ilusiones hay que reconocer que esto no ha hecho más que empezar. Le doy la razón a todxs
aquellxs que hace apenas un par de meses me advirtieron y me aconsejaron sobre mis pajaritos mentales. Llevaban razón. Así que muy bien. Acepto vuestro juego,
que no vuestras leyes ni vuestras reglas. Estaré y seguiré aquí mientras de nuevo cojo aire para volver a impulsarme. Y mientras tanto confiaré en eso que dicen sobre que "es más fuerte la pluma que la espada".