Pleno Ordinario 23 de septiembre de 2013 en Espartinas. |
Qué trabajo le ha costado al Equipo
de Gobierno del Partido de Popular de Espartinas decir que sí al ejercicio del
derecho a la Libertad de Información. Después de un año y medio, Domingo Salado
anunció el pasado lunes 23 de septiembre que los ciudadanos grabarían sus plenos. A pesar de las palabras que me
dedicó asegurando que nunca había estado en contra de que los vecinos de
Espartinas grabaran las sesiones plenarias libremente, todos sabemos ya estas
alturas cómo han sido las cosas y que por mucho que se empeñen (unos y otros), en tapar el
trabajo de ‘Graba Tu Pleno’ en Espartinas, todo está escrito, fechado y más que
probado. Su estrategia ha sido la de jugar al despiste. Han intentado cansarme,
marearme y por supuesto convencerme de que grabar con “ciertas condiciones” era
ya una gran victoria y que con eso me podía contentar. Es una verdadera
vergüenza que los ciudadanos tengan que mendigar derechos con los que ya
nacieron. Derechos que llevan más de treinta años reconocidos en una libro
llamado ‘Constitución Española’ y que por actitudes caciquiles como las que se
han mantenido en Espartinas se bloquee el ejercicio de los mismos. Si a la hora
de la verdad no nos lo creemos y la voluntad de un político resulta estar por
encima de la ley, ¿para qué creer en una Constitución?, ¿qué poder tiene
realmente?, ¿para qué nos sirve?, porque según tengo entendido, la
Constitución se estableció como garantía del respeto, la protección y la
defensa de los derechos de los ciudadanos españoles. La Constitución evitaría (supuestamente), abusos de los más poderosos hacia los
más débiles. Así me lo enseñaron a mí, a pesar de ser una norma ambigua y de
tener mil interpretaciones. En el caso concreto del artículo 20 los tribunales
de justicia han estado de acuerdo. Todos tenemos derecho a informar. La censura
previa no existe en un Estado de Derecho como el nuestro. Y el monopolio
informativo, como el impuesto por la mayoría absoluta de Salado en diciembre de
2012, menos todavía. “Es que el consistorio ya está grabando, Macarena”. Que el
Ayuntamiento de Espartinas estuviera grabando (sin audio), un pleno no era
incompatible para que otros medios, o ciudadanos independientes también lo
hicieran. También se lo expliqué en alguna de mis numerosas peticiones a
Domingo Salado: “la libertad de información no es un derecho exclusivo de los profesionales
de la comunicación. Todos tenemos derecho a informar, a trasladar datos por los
medios que creamos oportunos y a opinar sobre ellos sin ser perseguidos”. Pero
tampoco obtuve contestación. Las únicas respuestas que desde el consistorio el
Equipo de Gobierno me ha dirigido han sido fruto de la presión que desde el uso
de las herramientas que la ley pone a mi alcance como ciudadana, he realizado
cada vez que se me ignoraba. Es vergonzosa y cobarde la actitud que el Partido
Popular tomó el pasado lunes 23 nada más conocerse la decisión del alcalde
sobre la grabación de los plenos. No tuvieron tampoco vergüenza, a pesar de la
gran cantidad de personas que conocen esta lucha desde el primer momento, al
decir que gracias al PP el artículo (inconstitucional), número 48 del nuevo ROM
iba a ser modificado para permitir la grabación de los plenos a los ciudadanos.
No tuvieron vergüenza tampoco al asegurar públicamente que jamás me habían
negado mi derecho a grabar un pleno, con una carta firmada por Domingo Salado y
fechada el 11 de abril de 2013 en la que se desestimaba por su parte mi
reclamación hecha semanas antes para que el artículo 48 del ROM se eliminase. Para el PP de Espartinas sin duda un derecho es algo que alguien nos debe dar y no algo que nunca se nos debe negar. Por eso en este proceso nunca han estado a la altura de las circunstancias (desconociendo las leyes), ni de la ciudadanía (ignorando sus derechos). Repito:
no han tenido vergüenza, ni valor.
En cualquier caso ya todo pasó. Ya
todos tuvimos la oportunidad de defender nuestras posturas y por supuesto, ya
todos nos hicimos más fuertes con los momentos malos y optimistas con los
buenos. En Espartinas ya hay libertad de información. En Espartinas mis vecinos
pueden grabar los plenos, los debates en los que sus representantes toman
decisiones que afectan a sus vidas como ciudadanos. En Espartinas ahora habrá
más de un esclavo de sus palabras.
Aunque ya lo sabía, me ha quedado
muy claro que Espartinas, efectivamente se gobierna como un cortijo particular.
Que si no estás “con” estás en “contra”, incluso "fuera". Me ha quedado muy claro que los pactos
por intereses entre políticos (me da igual el color que tengan), existen y son
más habituales de lo que nos imaginamos. Me ha quedado muy claro que la
política que me gusta, de la que quiero ser parte, es la que da voz y no solo
voto a la gente. La que tiene en cuenta sus inquietudes y problemas siempre,
buscando soluciones. La que asume y corrige errores. La que no elimina a los
elementos heréticos que critican un sistema que se cae a pedazos. La que va de
frente con nombre y apellidos, la que no se esconde. Porque, ¿para qué? ¿Para
qué guardarme todo lo que siento y pienso? Seguro que, de haberlo hecho,
todo seguiría igual, incluso vuestras críticas por ser lo que soy, la que soy.
Si de todos modos es necesario odiarme, hacedlo con y por motivos que no pertenezcan a
herencias recibidas. Y en cuanto a las críticas, si son como las de siempre, ya no hacen daño. Algún día comprenderemos todos que lanzar piedras a los aviones no es la forma más inteligente de derribarlos.