Pasará
a la historia de nuestro municipio el 1 de marzo de 2012 como el día en el que
una mayoría considerable de conciudadanos espartineros perdieron el miedo a
levantar su voz contra una imposición absolutista de nuestro alcalde Domingo
Salado. Un pueblo que no ha conocido otro color político en toda su historia
democrática, y que el jueves 1 de marzo de 2012 se plantó en un punto
emblemático además, y pacíficamente dijo “hasta aquí hemos llegado”. La subida,
en más de un 58% del IBI urbano ha sido, al parecer, una de las gotas que ha
colmado este vaso, raso de abusos de poder por parte del equipo de gobierno del
PP. Los sueldos de los dirigentes políticos espartineros siguen siendo los
mismos, incluso han aumentado. El IBI también. La calle estaba el jueves por la
mañana animada. Los vecinos no hacían otra cosa que preguntar por la hora de la
concentración. No querían perderse el manifiesto. Palabras de apoyo y de
consideración a los cuatro grupos políticos en la oposición fue todo lo que
escuché durante las dos horas que duró mi paseo por el pueblo. La gente
empezaba a responder. La gente empieza a hacer. Y por la tarde, tal y como me
prometieron muchos, la plaza se llenó hasta la bandera. Medios de comunicación
de toda la provincia se hicieron eco de nuestra protesta. Una propuesta
impulsada por la oposición pero que contó con el apoyo de lo verdaderamente
importante, la gente de Espartinas. Gran papel también el de las plataformas
vecinales que comienzan a funcionar con más fuerza que nunca. Fue entonces
cuando el pueblo dijo “no”. Que no vamos a pagar los abusos del Partido
Popular, acostumbrado a un nivel de vida que en los tiempos que corren no hay
arca municipal que pueda soportar. En un acto pacífico, los conciudadanos,
nacidos o no en nuestro pueblo, pero de nuestro pueblo, de nosotros, dieron un
ejemplo de civismo y de elegancia jamás visto. Es la primera vez que un acto de
este tipo es secundado por tanta gente. Una concentración en la que no se
repartieron huevos contra nadie, sino documentos que pedían al “alcalde de
todos” que congele el IBI. No queremos otra cosa. Queremos que las medidas
anticrisis que el gobierno comienza a poner en marcha nos afecten lo menos
posible, porque Espartinas no es un pueblo de ricos, señoritos o de nobles.
Espartinas es de su gente, gente de clase media y trabajadora. Espartinas ya no
se calla. Ahora toca hacer balance de la acción conjunta del día 1. Ahora toca
esperar a que el gobierno espartinero mueva ficha. La pelota está en su tejado
en estos momentos. Y de no solucionarse el tema seguiremos protestando,
removiendo cielo y tierra hasta que consigamos nuestro objetivo. Porque
nosotros, señor alcalde, también tenemos primavera.